¡Hostias, Grosín!. Esto, sinceramente (y no es porque lo hayamos hecho con Oscura Plata) es lo más grande que ha acontecido en Madrid en mucho tiempo y lo más bonito que OP ha hecho hasta la fecha. Un supercombo de ilusión y amistad extrema. Casi rozando la centrifugación del acelerador de partículas ese. Intenso pero necesario para entender nuestra misión en esta realidad que vivimos. En serio, una exposición de Grosman, la proyección del primer capítulo de su obra maestra en forma de dibujos animados y un concierto impresionante de Grosgoroth en el mismo pack (y en un sitio entrañable como Novicidado 9) es algo que muy pocos han tenido la oportunidad de experimentar. Nosotros lo hemos hecho y aún estamos caminando como una gallina perdida en la noche, sentados como un gorila en la niebla o como un buho esperando a Harry Potter.
Estuvimos toda la mañana montando la expo en la pared escuchando hits de los 90s. Todo sobre ruedas pero con los típicos contratiempos que stressan pero que enamoran a lo jóvenes. Si no hay tensión al montar las movidas, no se hace con ilusión ni saldrán nunca bien. Siempre adversidades y pruebas de última hora. Así funciona la O∴T∴A y toda la peña que nos rodea.
Gros triunfó (como lo hace siempre) por el simple hecho de ser él y hacer las cosas que hace. Siempre te pilla a la contra y te deja pensando 3 años. Es un lujo y para nosotros fue algo que nunca nos hubiésemos imaginado. Vinieron miles de personas, gente se quedó fuera y casi se cae el suelo del estudio donde se celebraba el evento (verídico). Fue algo mágico (aún sabiendo que las palabras magia, mágico y derivados ya han perdido su valor por culpa de los bloggers pero, refieriéndonos a Gros, esto no pasa porque es un mago de verdad. Me río yo de Alan Moore). Total, que disfrutamos de una noche espectacular.
El libro no llegó a tiempo (como era de esperar) pero ahora está disponible AQUÍ y ¡es una pasada!.