SCAB EATERS + SATÉLITE

// Concierto organizazo junto al fanzine CÖNFUSION.

Los chavales de Scab Eater llegaron un día antes a Madrid y llamaron a las puertas la O.T.A. (Ordo Tenebris Argentum) pidiendo resguardo en el manto mágico de Oscura Plata. También para dar una vuelta y echar unas buenas risas (tampoco nos vamos a flipar). Al final todo se complico, querían hacer un poco de turisteo así que cada mochuelo a su olivo para quedar pronto al día siguiente y levantar los adoquines de las calles por la mañana mientras patrullamos los barrios de Madrid antes del concierto.

El miércoles a medio día ya estábamos arrastrando los pies por Lava-idem porque era el cumpleaños del batería y había muchas cosas que enseñar. Pasamos un buen día de otoño Madrileño de bar en bar, desgastando la mierda que hay tirada por la capital, degustando rico vermú, cerveza, vino y tapas varias mientras algunos jugaban a las tragaperras sin éxito con las monedas sueltas. En la plaza de Cascorro hicimos la gran parada para que probasen los caracoles y entre arcadas y alegría se zamparon una buena cazuela calentita para ir bien preparaditos al concierto.

El Wurli no abría hasta las 19h30 así que después de unos derrapes por la zona por locales de barra fija cogimos la furgo y fuimos a descargar el equipo a tiempo sorteando las calles de la ciudad como si fuéramos zancudos llegando tarde a una cita importante.
Todo muy rápido. Descargamos muy rápido. Creo que cogí un ampli y me hice el longuis. No voy a mentir. La típica excusa de “voy a echar un piti” y que te dure como si fuera un cigarro habano (luego esta la del movil. La de llamar a alguien o hacer que te llaman. Grandes clásicos para no mover ni un dedo. Es una ciencia difícil de poner en práctica para que no te pillen pero soy todo un profesional después de haberme tragado varias giras por el Planeta Tierra). Satélite también estaban esperando y empezó lo que menos mola de montar conciertos: la prueba de sonido y esperar.

El bajista se lesiono el cuello estornudando. Todo muy punk. Todo muy cierto.
Empezó el espectaculo y, una vez mas, todo salió sobre ruedas. Una vueltita post-concierto y risas sin parar.
¿Qué más se puede pedir?.

Gracias a todos por venir y especialmente al fanzine CÖNFUSION (Iñigo es el mejor).

Cliente:Wurlizer Ballroom, Madrid
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